viernes, 12 de junio de 2015

MARY ROSA PARRA

EL DISEÑO CURRICULAR PARA LA TRANSFORMACION UNIVERSITARIA
Por: Mary Rosa Parra

En los diseños curriculares que se construyen en el marco de la Transformación Universitaria, prevalece la construcción dialógica del conocimiento con una aptitud y actitud crítica que posibilita la realización integral del ser humano a través del conocimiento, traducido en: Aprender a Ser (conocernos a nosotros mismos, desarrollar, actitud, voluntad, valores, creatividad y tomar decisiones). Aprender a Convivir (conocer a otros, respetar la diversidad, la cultura, preferencias, identificar similitudes, potenciar las diferencias, y darle valor al ambiente). Aprender a Hacer (conocer la creación social y cultural, fortalecer el sentido del trabajo como factor que dignifica la condición humana, la práctica y el desarrollo de habilidades y saberes para realizar actividades transformadoras y aplicar la tecnología con creatividad), Aprender a Conocer (conocer la realidad, la naturaleza, el universo; construir conocimientos a partir de la interacción individual, la colaboración social y el aprendizaje de conceptos, procedimientos, conductas y valores).  Además el Aprender a Emprender para realizar actividades de creación intelectual (científica, técnica y humanística), como camino para desarrollar la capacidad de generar sus propios empleos e incluso ser empleadores de otros, contribuyendo con el desarrollo de una cultura para el progreso propio y de la comunidad mediante la construcción de soluciones a la problemática local.

Se considera que el proceso de formación (de docentes y discentes) debe incluir la investigación científica y la práctica social, incorporando elementos de la Educación liberadora de Freire, humildad en el estudio y rigor metódico, así como también tolerancia, autonomía de acción, libertad de pensamiento y convivencia democrática. Con la perspectiva de un proceso de integración multicultural, donde la selección y organización del acto educativo no sea neutral, hay que tener claro a favor de qué y quienes educamos, y quienes desarrollamos el contenido curricular. El desarrollo educativo que posibilite la integración real de los saberes, permitiendo la problematización del discente ante el saber y el hacer, la conceptualización de nuevos significados para las expresiones, integración y contextualización de los contenidos propuestos por los programas de estudio, los aportes propios del participante; y la aplicación de los saberes, haceres y sentires al convivir habitual del educando.


La praxis del hecho educativo fundamentada en el desarrollo cognitivo, partiendo de los principios de horizontalidad y participación; donde el docente orienta y facilita el proceso de aprendizaje con la sinergia necesaria para generar un cambio de actitud favorable en los hombres y mujeres imbricados en el proceso formativo, estimulando la construcción de conocimiento, el libre pensamiento, la autogestión y la creatividad de los participantes, con el propósito de ayudarles a visualizar el aprendizaje como un proyecto de vida, enfatizando la importancia de la cultura y el contexto para construir conocimiento con base en la comprensión de lo que ocurre en la sociedad. La optimizacion del proceso formativo a través del uso de herramientas Tecnológicas para la Información y la Comunicación (TIC), conociendo que el ambiente de aprendizaje más eficaz es aquel en el cual los actores interactúan permanentemente y tienen la oportunidad de construir su propia verdad.

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